domingo, 22 de noviembre de 2015

Un poco de Intolerancia es necesario…

         Slavoj Zizek es, como saben, un pensador moderno, de izquierda, importante en el debate ideológico actual. Le he tenido cierta prevención, quizá prejuiciado por el metalenguaje sociológico que aleja en lugar de acercar. Sin embargo, el librito que compré este fin de semana en Rayuela (valga la cuña para la Librería más acogedora, interesante y “culta” del Ecuador este rato): “En defensa de la intolerancia”, me reconcilia con su pensamiento. Copio la introducción:

“La prensa liberal nos bombardea a diario con la idea de que el mayor peligro de nuestra época es el fundamentalismo intolerante (étnico, religioso, sexista…), y que el único modo de reistir y poder derrotarlo consistiría en asumir una posición Multicultural.
         “Pero, ¿es realmente así? ¿Y si la forma habitual en que se manifiesta la tolerancia multiculural no fuese, en última instancia, tan inocente como se nos quiere hacer creer, por cuanto, tácitamente, acepta la despolitización de la Economía?
         “Esa forma hegemónica del muilticulturalismo se basa en la tesis de que vivimos en un universo post-ideológico, en el que habríamos superado esos viejos conflictos entre izquierda y derecha, que tantos problemas causaron, y en el que las batallas más importantes serían aquellas que se libran por conseguir reconocimiento de los diversos estilos de vida. Pero, ¿y si este multiculturalismo despolitizado fuese precisamente la ideología del actual capitalismo global?
         “De ahí que crea necesario, en nuestros días, suministrar una buena dosis de intolerancia, aunque sólo sea con el propósito de suscitar esa pasión política que alimenta la discusión. Quizás, ha llegado el momento de criticar desde la izquierda esa actitud dominante, ese multiculturalismo, y apostar por la defensa de una renovada politización de la economía”.

COMENTO
         Tengo para mí que el exceso de tolerancia, que no tiene nada que ver con el respeto a las diferencias, nos ha llevado a eso que señala Zizek: a una depolitización y desideologización en la que nadan como pez en el agua el Capitalismo Salvaje y su hijo deforme el Neo liberalismo. Y, claro, sus beneficiarios reales y, con nadadito de perro para no hundirse, los ingenuos o aspirantes que creen que de la Mesa del Rico Epulón van a llover manjares cuando lo único que cae son sobras.
Todos sabemos que el capital no tiene patria ni nación ni fronteras ni límites. Su lealtad está allí donde existe “seguridad jurídica” para su codicia. Donde haya mano de obra barata o mísera. Donde las materias primas y los recursos naturales estén a la mano sin control y sin dueño para explotarlos hasta el exterminio. Donde las leyes sean laxas para que las utilidades crezcan hasta el borde aunque se les derrame la copa: total, unas gotas que caigan sobre los miserables, los apaciguan.
De modo que la idea de que hay que contemporizar con fundamentalismos, fanatismos y otros ismos, para no caer en la xenofobia, la exclusión, el racismo, la intolerancia y demás taras, que lo son cuando se ejercen sin limites, nos ha llevado a abrirnos de piernas al abuso, la intromisión, la cesión de los derechos y costumbres y formas de vivir de unas culturas, en beneficio de otras que no llegan a participar ni a construir sino a destruir y a remplazar las nuestras por las suyas.
Eso hicieron en gran parte las culturas indígenas de América toda, al socaire de las Pocahontas, las Malinches, los Felipillos y demás cómplices voluntarios o no pero todos contemporizadores que creyeron ingenuamente que aceptar de buena gana al invasor, los haría participar de los beneficios de la civilización europea. Bueno, ya lo hicimos hace 500 años y no es hora de quejarse porque ya de nada sirve. Pero hemos construido otra cultura sobre las ruinas de la anterior y los nuevos muros levantados por el Conquistador. Y no hay manera de regresar al Tahuantinsuyo. Esta de hoy es la nueva realidad que estamos apunto de sacrificar en aras de la aceptación “pacifica” de los nuevos invasores. Que no será pacífica cuando se adueñen del espacio al que les dejamos entrar sin preguntar si vienen a construir con nosotros o a imponer lo suyo destruyendo lo nuestro. Y esos invasores no sólo vienen tras la Media Luna sino, principalmente, tras las barras y las estrellas.
Nuestras costumbres son tan buenas o tan malas como las de los nuevos conquistadores. Pero son las nuestras. Y quien quiera venir, que las asimile y las comparta, sin perjuicio de que mantenga las suyas en su propio terreno. No debemos impedirlo ni tampoco obligarlos a adoptar las nuestras. Pero sí a respetarlas y a compartirlas porque son las del dueño de casa. 
Ese exceso de multiculturalismo, que no es aceptación respetuosa de las minorías sino la imposición de ellas por sobre el interés y el bienestar mayoritarios, son las lluvias que nos han traído estos lodos de violencia disfrazada de reivindicaciones que ya existen y de exigencias absurdas que van en contra de sus propias conquistas. El respeto y la justicia igualitaria en derechos REALES a la mujer, por ejemplo, no pasa por el feminazismo intolerante que convierte al hombre en enemigo y al lenguaje en lodazal inextricable; la aceptación de la diversidad de géneros y la igualdad de derechos para la importante y numerosa comunidad homosexual, no significa contaminación alguna para los heterosexuales abusivamente autollamados “normales”, como creen los fanáticos negadores de la Libertad de Opciones Sexuales; el rechazo al terrorismo donde quiera que se presente, no exige rechazo igual al que piensa distinto ni al que opta por otros caminos y defiende sus decisiones con las armas del pensamiento y la palabra.
Esa moda inane y espuria de la “neutralidad”, del “yo no soy político ni me meto en política”, del “no soy de izquierda ni de derecha porque soy librepensador”, lo único que hace es hacerle el juego a una derecha capitalista que se afirma justamente sobre la ignorancia o la irresponsabilidad de los que se declaran neutrales y no toman partido por nada para que no se afecte su mediocre “estabilidad” que es más bien su precaria comodidad egoísta. Es más respetable, pienso, la posición del propietario de capital y de medios de producción pues en últimas defiende lo suyo, heredado, trabajado o conquistado como sea que haya sido, que la del que se cuelga del aire esperando a caer para arriba.

Ni la tonta tolerancia es respeto ni la aceptación del abuso es bondad. Un poco de Intolerancia con el invasor, nos debería motivar si queremos sobrevivir a la crisis económica y humana que vivimos. Como decía  ayer sábado la dueña la Librería Rayuela, el sinónimo de Bueno no puede ser Cojudo. Es Justo y es Respetuoso. Nada más pero nada menos.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Idiotas con título…

No hay duda de que la educación superior es casi imprescindible en los tiempos modernos de super especializaciones en casi todas las profesiones. Digo casi porque no todas las actividades que realiza el ser humano son “Profesiones” en el sentido lato de la palabra. Muchas son Oficios y Vocaciones que no requieren estudios exclusivos y excluyentes sino, al contrario, de una amplia cultura general, experiencia, dedicación, eficiencia, manejo correcto de las herramientas que un oficio o vocación requiere.
No se Estudia para escritor, poeta, pintor, albañil o periodista, que es en esencia un albañil de la palabra que sabe mezclar sus elementos y construir con ellas algo ético, informativo, analítico, estético y confiable. Lo cual no significa que no haya que Estudiar. Al contrario, se requiere estudiar de manera permanente. Porque se necesitan saberes que abarquen la mayor cantidad posible de temas, disciplinas y estudios. Y esa especie de “especialización en generalidades”, no se consigue en ninguna universidad o instituto por muy famoso o caro que sea: Se obtiene con esfuerzo y dedicación diarios, en las aulas de LA VIDA. Y en la biblioteca personal, que no ha de contener precisamente las “obras” de Paulo Coelho o la colección de HOLA…
Pero, sin llegar al extremo del viejo chiste en que el médico general preguntaba al joven especialista otorrinonaringólogo, “y, ¿en cual de las ventanas de la nariz es usted especialista?”, cierto grado de especialización es necesario para algunaas profesiones, aunque, con seguridad, un ingeniero constructor de puentes que no haya leído a Homero, Cervantes, Shakespeare, Gabo (ninguno de ellos “graduado”) y la Biblia, corre el riesgo de construir hermosos puentes para costosos vehiculos, por los cuales no habrá manera de que pase un Ser Humano a pie. Es muy posible que cuanto le sobre en tecnología le falte en humanismo…
Creer que la formación intelectual o científica termina cuando se sale de la universidad con un rimbombate título con letras góticas y firmas prominentes, es confundir, como lo hacía Fernanda del Carpio, “el culo con las témporas”. La formación intelectual humanista va por otros lados, no siempre por veredas universitarias de las cuales se puede salir por la puerta principal “graduado” con un título espurio obtenido por una suma de dinero, por la influencia de Papi o por la suerte del tin marín en un examen de cierto o falso. Y, en todo caso y como dije, esa puerta de salida es, apenas, una de las muchas puertas de entrada al conocimiento que los estudios universitarios, una Muy Buena Universidad, debe, justamente, abrir para quienes en verdad están interesados en aprender, no en colgar un cartón en el vestíbulo de la casa o en la pared de la oficina. El camino del conocimiento, el de la experiencia y el Oficio, se inician JUSTAMENTE en la puerta de salida de un instituto universitario. Cuando los “Estudios Superiores” se toman como Meta de Llegada por el FUTURO PROFESIONAL, es apenas normal que tal “graduado” no pase nunca de ser un mediocre, que jamás llegará a nada en el ejercicio de su profesión.
Hace algunos años el Diario La Reforma, de México, publicó un par de artículos, “Periodismo cultural” y “Testamento educativo” (sitos web al final), del intelectual mexicano, ensayista, poeta y crítico, Gabriel Zaíd, de los que extraigo algunos párrafos pertinentes que comparto con ustedes y cuya introducción reza: “Gabriel Zaíd anota las razones del lamentable estado del periodismo (…), del que la universidad es responsable con su legión de graduados de indómita incultura, y propone una primera práctica que cimente la lenta solución del problema: un ejercicio responsable de verificación de datos, práctica común en otras tradiciones”. (las negritas son mías).

Dice el Ensayista y Poeta:
“Los mejores periódicos tienen reporteros y analistas capaces de relatar y analizar los acontecimientos, situándolos en su contexto político, legal, histórico. Pero algunos periodistas culturales, por ejemplo, no informan sobre lo que dijo el piano maravillosamente (o no): el acontecimiento central de un recital, que hay que saber escuchar, situar en su contexto, analizar. Informan sobre los calcetines del pianista”. En lo cual tenemos por aquí el ejemplo de muy higiénicos y perspicaces “Cronistas de modas”.

Sigue Zaíd: “Cuando se organizó un coctel en la Galería Ponce para presentar el proyecto de la revista Vuelta y buscar patrocinios, llegaron periodistas y fotógrafos; y uno de ellos, que veía atentamente los cuadros, o más bien las firmas, sin encontrar la que buscaba, preguntó por fin: ¿Cuáles son los de Octavio Paz?
Agrega el Ensayista: “Claro que, en 1976, los periodistas no eran todavía graduados universitarios. Ahora lo son. Hay decenas de miles que han estudiado, están estudiando o enseñan comunicación. Hasta se ha pensado en exigir el título para trabajar en la prensa, excluyendo a los que practican el periodismo sin la licenciatura correspondiente. Y el avance se nota. En el centenario de la muerte de Óscar Wilde, un “graduado” de Comunicación le preguntaba a José Emilio Pacheco: ¿Qué es lo que recuerda de su trato con él?”.

Bueno, pues en manos de tales graduados estamos por aquí al parecer. Incluso en las redes sociales, lo más democrático del mundo de la información, en la que el único título que se requiere es el de propiedad o derecho de uso de un teclado y una pantalla. Lo cual, por cierto, le da la razón a Umberto Eco cuando dice que “las redes sociales le han dado voz al tonto del pueblo”. Se le olvidó agregar que, no pocas veces, el tonto del pueblo tiene un flamante título de tercero o cuarto nivel colgado en la sala…
¿Se acuerdan de la jovenzuela petulante, irrespetuosa y fascista que hace algunos meses me “prohibió” escribir para las redes sociales porque “no tengo un título universitario”, estupidez que complementaba con la aseveración ignorante de que “no ha ido a la universidad”, como si una cosa tuviera que ver con la otra o como si entrar a la universidad o salir de ella con un cartón bajo el brazo, inyectara cultura, conocimientos y, por cierto, ética? Pues ha tenido émulos e imitadores con su misma profunda “sabiduría”.
Como lo dejó en claro Marck Twain (Nunca dejé que la Escuela interrumpiera mi educación) y lo ratificó Gabriel Zaíd, a pesar de haber pasado algunos años por tres carreras universitarias inconclusas, de lo que no me arrepiento, tal vez deba confesarle al Idiota con Título y a quien participe de su sesudo criterio, que no he tenido tiempo de graduarme de nada por vivir permanentemente estudiando de todo. Y eso me da derecho más que suficiente para enviarlos a la escuela primaria. Porque habrán pasado por la universidad pero la cultura y la educación, no les han pasado ni siquiera por un lado…
Por cierto, aparte de wikipedia, estos sitios tienen alguna información sobre Zaíd, quien no Es Comunicador Social sino Ingeniero mecánico, cosa que espero no sea desacalificador para el Idiota con Título. Y que, por cierto, me tranquiliza: la Ingeniería Mecánica no siempre conduce a la represión, la tortura y el crimen de Estado… Menos mal… 

Sitios de Gabriel Zaíd. 

http://www.poemas-del-alma.com/gabriel-zaid.htm

sábado, 14 de noviembre de 2015

Perfil inicial de un Estadista nítido…

Cuando la caída del Muro de Berlín, los EE UU y Europa dieron por sentado que ya tenían puertas abiertas más allá del Danubio e incluso de los Urales, para extender hacia el Este el imperialismo rugiente del primero y el oxidado de los segundos, e ir cercando al Dragón chino con el apoyo del otro ex Imperio, el del Sol Naciente. El mismo de Hiroshima y Nagasaki… y de Fukushima. 

Así pareció durante algunos años, cuando el buen sentido, pausado pero seguro, de Gorvachov, fue despreciado por Occidente, que impuso la occidentalización, desmembración y balkanización inmediata de la Unión Soviética para intentar llevar sus Marines y su Democraci(t)a al Oriente Medio primero, y luego a las ex repúblicas soviéticas. Un pastel muy jugoso para las ambiciones imperialistas de la Casa Blanca, Wall Street y la City, pero muy grueso de tragar para la mediocridad de sus líderes y clases dirigentes, que lo mejor que saben hacer es “negocios”.
 
Todo parecía irles bien a los tan democráticos líderes. El dipsómano Yeltsin, acuciado por Occidente, entregó Rusia desde 1991 a las mafias surgidas a la caída del Muro, que aprovecharon la rifa de las Empresas del Estado para repartirse los escombros del desastre, algunos, como el gas y el petróleo, sumamente valiosos y rentables. Fue el primer paso a la occidentalización efectiva, a la gringa, con un puntal en las armas, otro en el dinero y otro en la Mafia.

Pero, de pronto, en 1999, aparece Vladimir Putin, un oscuro funcionario del viejo régimen, joven y ambicioso. Y con IDEAS. Muchos cegatones solo vieron al Ex Jefe de la tenebrosa KGB, que de todos modos ya no era la misma de Stalin, de Kruschev ni de Breznev. Por cierto, los cegatones olvidaban, y siguen olvidando muy convenientemente y al toque de trompeta del Imperio, que el primer Bush, el Mediano, también había sido Gran Jefe de la no menos Tenebrosa CIA… Que, también, ha cambiado: para empeorar. Sin embargo, como ya se sabe, algo va de VP a GWB… 

Así que el nuevo mandatario empezó, si no a reunir las piezas desmembradas del Imperio Soviético, sí a unir lo que quedaba de la Madre Rusia, y a evitar que se siguiera desmoronando. ¿Cómo? Siendo Estadista, no simple mandatario de quitar y poner o de “alternar”, sino Presidente, Primer Ministro y luego de nuevo Presidente, en elecciones libres universales: Un Estadista.
 
Putin consolidó lo que quedaba, que de todos modos era media Europa y media Asia, del Báltico, Ucrania y Crimea a  Vladivostok y Kamchatca en el lejano Pacífico. Un pedazo de planeta duro de tragar para el glotón y voraz Occidente, que se indigestó al primer bocado, Ucrania, que no ha podido digerir, y se atragantó al segundo mordisco, Crimea, que no pudieron deglutir: tenía dueño.

Y hoy, Rusia es lo que es y es lo que parece: una de las 3 potencias mundiales, una de ellas en decadencia irreversible, EE UU, otra en ascenso incontenible, China, y ella misma consolidándose como defensora de la libertad y autonomía de las naciones, como una verdadera democracia Participativa que ve con respeto al resto del Mundo, y sobre todo a Europa Este, América Latina y África, los "Olvidados" del Imperio de las barras y las estrellas, excepto para expoliarlos y controlarlos. Algo aún inconcebible para los críticos occidentales que siguen con los ojos nublados por el fantasma del Comunismo y los recuerdos de la Revolución de Octubre, que en Rusia son apenas una lección de la historia. "No nos interesa invadir a ningún país ni tener bases militares fuera de nuestro territorio", ha dicho con claridad meridiana Vladimir Putin al mundo. Frase que ha repetido, desde su propio camino en ascenso, el Primer Ministro Chino.
 
Gran contraste con la geopolítica invasiva e invasora de los EE UU, con sus más de 1000 bases militares en un mundo ajeno que no les pertenece, pero que, gracias al obsoleto y enmohecido Destino Manifiesto, sigue siendo para Washington la motivación principal, colgados del infundio inaceptable para el resto del planeta, de que son el moderno “Pueblo Elegido” por la divinidad para regir los destinos del… Universo. Sí, del Unvierso, porque hasta más allá de la luna llegan las absurdas apetencias de la Casa Blanca y el Pentágono.

Ya van 15 años de Vladimir Putin al frente de la Rusia de Pedro el Grande, de Catalina, de Iván… El viejo imperio, hoy convertido en Potencia mundial respetuosa de la autodeterminación de los demás pueblos del planeta. Lo cual me lleva a una pregunta pertinente para nosotros, tan temerosos y cuidadosos del Remedo de Democracia que tenemos aún:

Qué es mejor y qué es lo que más conviene, ¿La alternabilidad seudo democrática que solo sirve para tener una payasada electoral cada 4 años con cambio de títere, o la ESTABILIDAD POLÍTICA, ECONÓMICA Y SOCIAL que puede construir un Estadista de verdad, si nos atrevemos a trabajar y a dejar trabajar para el futuro?


Este es un brochazo rápido cobre un personaje que se consolida como el Primer Estadista del planeta, y que tiene mucho por decir, y por hacer, en el futuro inmediato. Brochazo que será el primer borrador de un perfil más ambicioso de Vladimir Putin, que ya aparecerá en algún medio no dominado por la esclerosis derechosa que hoy padecemos.


NOTA: Me he permitido utilizar fotos del sitio web RT.

sábado, 7 de noviembre de 2015

NO, A LO QUE NO DEBE EXISTIR EN A. L.

TEMA DE REFLEXIÓN PARA EL FIN DE SEMANA.
Leo con atención el magnífico trabajo investigativo de Maurice Lemoine, el ex Redactor Jefe de Le Monde Dilplomatique, que ya mencioné hace unos días: Los hijos Ocultos del General Pinochet. Son bastantes y algunos son anteriores al infame dictador, otros posteriores, otros contemporáneos. Y TODOS BASTARDOS. Y a medida que van pasando las páginas y las informaciones, veo sobre el Mapa de America Latina la sombra siniestra de dos enormes Aves de Rapiña: El águila Norteamericana y su hijo bellaco, a veces díscolo pero siempre fiel, el Buitre FUERZAS ARMADAS.
Con poquísimas, casi ninguna excepción, vinculadas a la derecha terrateniente y explotadora, autores, cómplices y encubridoras de genocidios y barbarie. NO DUDO DE QUE AMÉRICA LATINA TUVO DOS ENEMIGOS EN SU PASADO, TIENE DOS ENEMIGOS EN SU PRESENTE, Y SI NO HACEMOS ALGO LOS CIUDADANOS CIVILES LIBRES E INDEPENDIENTES DE VERDAD, LOS TENDREMOS EN EL FUTURO Y SERÁN PEORES. Los EE UU y las Fuerzas Armadas.
Yo votaría encantado por un Presidente que rompiera todo vinculo diplomático, cultura y de amistad con los EEUU. Por desgracia, no los vínculos comerciales, necesarios en un mundo globalizado y  cada vez mas pequeño por las comunicaciones inmediatas. Y que Prometiera, bajo juramento, que en el primer año de Gobierno eliminaría y jubilaría con el tiempo que tengan de “servicio” a todas las Fuerzas Armadas. No Bases militares Extranjeras ni Cuarteles nacionales en ninguna parte de América Latina.
Digo algo más: Las Fuerzas Armadas, los Ejércitos nacionales, tuvieron justificación durante las luchas por la Independencia de los países latinoamericanos. Una vez consolidada la Independencia de cada país, esos Ejércitos perdieron su razón de ser y se convirtieron en cómplices de las oligarquías explotadoras y, posteriormente, de los apetitos imperialistas de los EE UU con su DESTINO MANIFIESTO y su DOCTRINA MONROE.
Lo mismo va para sus Fuerzas Navales y de Aviación y Fuerzas Especiales. Que lo han sido y lo son de represión, tortura y muerte. Como lo son en Colombia con sus falsos positivos y su guerra interminable contra la guerrilla hoy, contra el pueblo siempre. EN AMÉRICA LATINA NO SE JUSTIFICAN LAS FUERZAS ARMADAS DE NINGUNA ÍNDOLE. Los problemas limítrofes o fronterizos deben solucionarse conversando los involucrados o dejando el veredicto en manos de un Tribunal de Justicia Internacional ABSOLUTAMENTE IMPARCIAL Y NO CONTAMINADO POR LOS EE UU.
No necesitamos tanque ni aviones ni navíos de guerra ni soldados. Necesitamos Escuelas, Colegios, Universidades, Centros de Investigación científica y MAESTROS.
LEAN EL LIBRO. Y ENTENDERÁN POR QUÉ LOS EE UU Y LAS FF AA SON LA PESTE QUE HA DEJADO Y DEJA MUERTE Y MISERIA EN NUESTRA AMÉRICA LATINA.
Y NO ES EL ÚNICO. También lean La Doctrina del Shock, de Naomi Klein. Y la Venas Abiertas, de Galeano, QUE SIGUE TAN VIGENTE EN SU CONTENIDO COMO ES VIEJO EN SU ESTILO. Para los que no entendieron la autocrítica de Galeano. NO ME ARREPIENTO DE HABERLO ESCRITO, DIJO, PERO NO LO ESCRIBIRÍA ASÍ DE NUEVO. No sabía mucho de Economía a los 30 años.
Es decir, SI ESTUVIERA VIVO Y LO ESCRIBIERA HOY, sería menos romántico pero más duro y con mejores datos.
Les dejo la inquietud, que pondré en mi blog con otros destinos. Y sí, ya sé que lo han de leer el Langley… Tiene TODAS LAS PALABRAS CLAVE SOSPECHOSAS.