domingo, 8 de marzo de 2015

ESPERANZADO EN LA ESPERANZA

Ahora que se acerca el fin de las Conversaciones de Paz en Colombia y la firma de un Tratado, de un Acuerdo Nacional sobre lo Fundamental, La Paz, tengo la esperanza, sólo la esperanza, de que una gran parte de la población colombiana, hastiada y dolida de esta guerra estúpida que nos ha hecho matar a los unos con los otros durante 60 años, se esté cansando ya de los gómez, los ospinas, los uribes, los marul
andas, los timochencos, los mancusos y los politiqueros y empresarios de la guerra que se han aprovechado del negocio de la muerte.

Y tengo confianza en que algún rato, más pronto que tarde, ponga –esa Colombia de hoy y de mañana– el país en manos de quienes quieren un cambio ya. Que pongamos en fila y los despachemos a donde sea pero lejos, a los ideólogos del crimen y la explotación, a los eternos dueños de la tierra y del poder. Y tengamos un gobierno que mire hacia abajo, no para disparar sino para reconstruir, para rehacer entre todos, una nación desecha y deshecha en 200 años de canibalismo político y de explotación capitalista miserable. Hoy existe más conciencia ciudadana y social y humana contra paracos y guerrilleros y usufructuarios de la muerte. Sólo falta empezar a enterrar también a la política criminal, a la iglesia cómplice, al empresariado oportunista o cobarde o instigador de la violencia.

El camino es hacia la izquierda. Ya es hora. Iván Cepeda es el hombre del momento. Y Colombia entera tiene que cuidarlo. SI LO DEJAN ASESINAR COMO A RAFAEL URIBE URIBE, A HERRERA, A GALÁN, A PIZARRO, A JARAMILLO, A GAITÁN, entonces Colombia NO MERECE MÁS DE LO QUE HA TENIDO: URIBES, MARIONETAS GRINGAS Y PARAMILITARES.

Ni siquiera merecería una guerrilla que luche por ella.



Nota: Disculpen los dos horrores ortográficos del meme. No lo hice yo. 



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