Sigo leyendo, con la misma rabia con que fue escrito y con
la misma rabia con que lo inicié hace un par de semanas, el libro El Hambre, de
Martín Caparrós. Como ya dije, lo inicié rápido para cubrir en una semana sus
605 páginas. Pero a la tercera página, continué despacio masticando la rabia…
lentamente. Voy por la 288 y la rabia aumenta. Hay libros –y poemas– que
producen rabia, al mismo tiempo que respeto. Este es uno. RECOMIENDO
ESPECIALÍSIMAMENTE QUE LO COMPREN Y LO LEAN. DE CABO A RABO.
Hay ocasiones en la vida, por
desgracia muchas, en las que es necesario sentir rabia y sentir que alguien,
desde hace mucho, está haciendo mierda a la humanidad entera. Y ese alguien es
un algo abstracto pero concreto, porque abstracta es su idea y concretas son
sus víctimas: EL CAPITALISMO.
Empiezo esta reflexión con una frase que encontré y que es
una de esas verdades que por EVIDENTES, nunca vemos:
El Hambre de mil millones (este rato) de personas en el
planeta, NO ES PRODUCTO DE LA POBREZA: ES PRODUCTO DE LA RIQUEZA.
Aparte de que tal vez cansados
de “crear” papeles con apariencia de dinero o de “producir” productos
financieros sin respaldo en una burbuja artificial y artificiosa que les
explotó en la cara en 2008… pero que luego fue convenientemente restaurada no
por los accionistas del Desastre sino por los Estados cómplices y alcahuetes,
desde hace unos 20 años los grandes grupos especuladores financieros, con sede
matriz en la Bolsa de Chicago y oficinas elegantes en Wall Street (empezando
por Goldman Sachs, ese genocida financiero) se dieron a la tarea de especular
con lo más necesario y sagrado –digamos– de las necesidades de la humanidad:
los alimentos, la comida.
Y convirtieron en Comodities y
en Futuros, los alimentos más necesarios de la humanidad. Se inventaron la
manera, perversa, de USAR LOS ALIMENTOS PARA NO ALIMENTAR A LA HUMANIDAD, SINO
PARA ENRIQUECER MÁS A LOS ESPECULADORES. Copio un párrafo, de la página 288.
«El etanol noreteamericano está hecho de maíz, uno de sus
cultivos principales. Los Estados Unidos producen el 35 por ciento del maíz del
mundo, más de 350m millones de toneladas al año. Una Ley Federal, la Renewable
Fuel Standard, dice que el 40 por ciento de ese grano deber ser usado para
llenar los tanques de los coches. Es casi un sexto del consumo mundial de uno
de los alimentos mas consumidos del mundo. Con los 170 kilos de maíz que se
necesitan para llenar un tanque de etanol-85, un chico zambio o mexicano o
bengalí puede sobrevivir un año entero. Un tanque, un chico, un año. Y se
llenan, cada año, casi 900 millones de tanques”.
«Va de nuevo: el agrocombustible que usan los coches
estadounidenses alcanzaría para que todos los hambrientos del mundo recibieran
medio kilo de arroz por día.
«Jean Ziegler, siempre tajante, dice que “los
biocombustibles son un crimen contra la humanidad».
Bueno, les dejo esa inquietud antes del partido Argentina
Colombia. Mil millones de habitantes del mundo se acuestan con hambre TODOS LOS
DÍAS. A fin de que los dueños de coches norteamericanos, llenen sus tanques 900
millones de veces. Sólo los norteamericanos… Faltan los de Europa…
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