miércoles, 15 de abril de 2015

De análisis higiénicos y sesudos

Al fin apareció el sesudo y profundo “Análisis” que faltaba sobre la Cumbre de Panamá, para iluminación y conocimiento general. Eché en falta la prolija y acostumbrada descripción de la vestimenta de los Presidentes “folclóricos”, pero ha de ser porque la teve no se detuvo mucho en esas preciosidades. Será en la próxima. Esta vez la erudición transitó los caminos de la Semántica, tan sabiamente recorridos por el filósofo de la Casa Blanca… al menos mientras estuvo presente, y eruditamente ensalzados por el sagaz e imparcial analista. Ni la Kristeva lo hubiera hecho mejor. Todo un derroche de sabiduría biliosa por parte del montalvito. ¡Admirable!

Aunque, viéndolo bien y analizándolo mejor, no hubo variación alguna en tan sesudo análisis. A cambio de describir y enumerar trapos, colores, gorgueras y perendengues de la vestimenta de los agudamente observados, es decir la Costura, la mirada se detuvo en adjetivos, hipérboles, y lenguaje retórico usual del demagogo latino, en comparación, deficitaria, claro, con el “denso”, corto y relevante discurso del Estadista gringo.

Lo usual: el ropaje en los múltiples casos anteriores, la retórica de uno y otro en la Cumbre actual. ¿Lo de fondo? Vale huevo para el analista. Que el denso discurso del Estadista consistiera falaz y acomodaticiamente en negar, desconocer u olvidar una historia que no es tal sino PRESENTE ACTUAL (perdón por la redundancia enfatizadora), y que el florido discurso del nuestro se la haya recordado frente a frente y cara a cara al mandatario imperial, que sigue escribiendo en el mundo entero la misma historia abusiva y criminal de ayer, no tiene importancia. Lo que interesa confirmar es que uno es Estadista (el imperial) y el otro es un florido demagogo (el nuestro).

Comparto, para variar y disculpen el descenso semántico, el superficial comentario de un observador menos “higiénico” y jamás acogido en nuestros Medios In-Dependientes. Nada que ver…

Adelanto dos párrafos pertinentes del impertinente Atilio Borón:

«Era obvio que si los países de la Unasur concurrían a Panamá la agresión a Venezuela se situaría en el centro del debate, por más que Roberta Jacobson, la secretaria de Estado adjunta para Asuntos Hemisféricos, hubiese declarado que 'el caso de Venezuela no sería discutido en Panamá'».

«¿Cuál es el “debe” de este balance? No todos los gobiernos actuaron con la misma firmeza. Acompañaron pero en algunos casos sin demasiada convicción. No se pudo discutir sobre las bases militares, las migraciones, la indiferencia ante la destrucción del medio ambiente, etcétera. La obstinación de Washington de no querer oír sino lo que le dicen sus asesores y los lamebotas intelectuales y políticos del imperio se puso de nuevo en evidencia cuando Obama abandonó el recinto poco después de escuchar el rotundo y fundado discurso del presidente cubano˝.

Ello, recuerdo yo, a pesar de que la vocera del Imperio “ordenó” a los mandatarios asistentes no mencionar el caso Venezuela para no incomodar al Patrón. Pero parece que ya no le están haciendo mucho caso al Emperador… Para despecho de lameculos e higiénicos…

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