Ahora que se acerca el fin de
las Conversaciones de Paz en Colombia y la firma de un Tratado, de un Acuerdo
Nacional sobre lo Fundamental, La Paz, tengo la esperanza, sólo la esperanza,
de que una gran parte de la población colombiana, hastiada y dolida de esta
guerra estúpida que nos ha hecho matar a los unos con los otros durante 60
años, se esté cansando ya de los gómez, los ospinas, los uribes, los
marul
andas, los timochencos, los mancusos y los politiqueros y empresarios de
la guerra que se han aprovechado del negocio de la muerte.
Y tengo confianza en que algún
rato, más pronto que tarde, ponga –esa Colombia de hoy y de mañana– el país en
manos de quienes quieren un cambio ya. Que pongamos en fila y los despachemos a
donde sea pero lejos, a los ideólogos del crimen y la explotación, a los eternos
dueños de la tierra y del poder. Y tengamos un gobierno que mire hacia abajo,
no para disparar sino para reconstruir, para rehacer entre todos, una nación
desecha y deshecha en 200 años de canibalismo político y de explotación
capitalista miserable. Hoy existe más conciencia ciudadana y social y humana contra
paracos y guerrilleros y usufructuarios de la muerte. Sólo falta empezar a
enterrar también a la política criminal, a la iglesia cómplice, al empresariado
oportunista o cobarde o instigador de la violencia.
El camino es hacia la
izquierda. Ya es hora. Iván Cepeda es el hombre del momento. Y Colombia entera
tiene que cuidarlo. SI LO DEJAN ASESINAR COMO A RAFAEL URIBE URIBE, A HERRERA, A
GALÁN, A PIZARRO, A JARAMILLO, A GAITÁN, entonces Colombia NO MERECE MÁS DE LO
QUE HA TENIDO: URIBES, MARIONETAS GRINGAS Y PARAMILITARES.
Ni siquiera
merecería una guerrilla que luche por ella.
Nota: Disculpen los dos horrores ortográficos del meme. No lo hice yo.
Nota: Disculpen los dos horrores ortográficos del meme. No lo hice yo.
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