FIJANDO POSICIONES (casi) DEFINITIVAS. EN POLÍTICA O EN IDEOLOGÍA SON
ABSURDOS LOS PUNTOS FINALES. Esa pretensión es fascista y es religiosa. O sea
deleznable o irracional.
Observo, no sin pesadumbre, que en la increíble polarización a que se ha
llegado en la política ecuatoriana, para NO SER borrego de una manada, es
necesario SER borrego de la otra.
Dibujo: la manada correísta, que la hay, acepta todo el correísmo sin
beneficio de inventario y sin análisis alguno, llevada, posiblemente, por el
carisma del líder o, seguramente, porque recibe –legítima o ilegítimamente–
beneficios del gobierno. Y me refiero a beneficios gratuitos, no al producto
del trabajo sea desde adentro de la nómina o desde afuera de ella. Es decir,
funcionarios, empleados, trabajadores o contratistas del Estado, todos
legítimos.
Aclaro que el subsidio al desempleo o bono de pobreza o como se llame la
figura, es legítima y necesaria en un país en donde el único empleador masivo
es el Estado porque la Empresa Privada no respeta el trabajo ni al trabajador
como un pilar de la producción y del desarrollo sino que, axioma del
Capitalismo, lo reduce a un Costo que se debe disminuir para proteger la
rentabilidad y su correlato, la acumulación de riqueza.
Otra cosa es la Corrupción, sistema de beneficios con destinatario que
existe y ha existido siempre en la historia de todos los estados,
naciones y países sin excepción (¿O es excepción El Vaticano?), que se debe,
por ética ciudadana, denunciar con pruebas, no con chismes de plaza de mercado.
Y que no por universal y generalizada se justifica. Pero ante la cual tampoco
es viable ni lógico, detener la marcha del país o la de un proceso político,
pues la ÚNICA manera de que no exista: ES NO HACER NADA. Detenerse, no
construir ni educar ni brindar salud ni promover la producción ni incentivar la
industria o el comercio: que todo el gobierno y el Estado se detengan en un punto
y en un día y se limiten a cobrar mensualmente sus estipendios sin siquiera
firmar un papel. Posición, como se puede ver, tan estúpida como imposible. Por
lo cual, lo que sigue de ahí es que se debe seguir trabajando y tratar de no
caer en la deshonestidad. Pero esa no es lucha sólo del gobierno o del Estado:
es una lucha individual de cada quien consigo mismo y no es transferible ni
siquiera al aparato policial o al sistema de justicia. Es Ética personal.
La otra manada, la que odia sin esguinces al presidente, al gobierno en su
totalidad y todo lo que haga, sea bueno, regular o malo es criticable, pues no
analiza desde la realidad del país ni del momento sino desde el odio visceral,
justificado o no, es tan deleznable y perversa como la otra. Aquella justifica
todo por la unción indeclinable hacia el líder, esta lo rechaza todo por odio
igualmente indeclinable por lo que es o lo que representa. A las dos, el País
les importa un bledo y su pueblo mucho menos. Les importa su propio y egoísta
bienestar, en el primer caso, o su propio y mezquino resentimiento por no ser
parte de la fiesta. Si los hubieran tomado en cuenta para la repartición de
negocios o prebendas o al menos les hubiesen pedido su imprimatur a las
acciones del gobierno, otra sería la actitud. Son enemigos por venganza o son
higiénicos por comodidad o vanidad. Y esa asepsia, huele a podrido.
Dibujado lo anterior, manifiesto lo siguiente: soy contrario a las acciones
del Estado y del Gobierno en temas como los derechos sexuales y reproductivos
de las personas, a su posición retrógrada en lo que se refiere a las opciones
sexuales diversas; a su cercanía a las jerarquías eclesiásticas y su
dependencia de una religión, negativa para un buen gobierno; a su propensión a
descalificar, insultar y despreciar a la oposición (que tampoco hace nada por
no merecer tal actitud sino que, al contrario, la refuerza con su falta de
ideas y su rechazo indiscriminado a todo y su tendencia a la calumnia sin
pruebas y a la injuria gratuita); a que la riqueza minera del país se explote
indiscriminadamente y sin respeto alguno por la naturaleza, no obstante que
tampoco creo en que la solución sea dejar los recursos naturales intactos en el
subsuelo aunque el país se detenga en su desarrollo. Esa posición ecologista
extrema es tan perversa como el extractivismo sin freno.
Es decir, hay mucho de cuestionable en las acciones del gobierno. Pero si
queremos un gobierno perfecto tendremos que llamar a Beatriz para que nos
conduzca de la mano al Paraíso de Dante porque en el planeta Tierra, la
perfección es IMPOSIBLE. Hay viejos adagios y frases populares que explican
eso: Aramos con los bueyes que tenemos, o, caribeñamente, es LO QUE HAY, lo perfecto no existe y lo mejor es enemigo de lo bueno. Y si
alguien tiene algo superior, que lo presente.
En otro aspecto, aplaudo sin reservas que este gobierno, por primera vez en
200 años de vida republicana, haya mirado hacia su pueblo, le haya dado
prioridad a los excluidos y a los marginados por el sistema capitalista y por sus
conductores anteriores, elegidos por una Democracia Representativa que jamás
representó al pueblo, o impuestos por los intereses geopolíticos del Imperio,
coludidos con las oligarquías nacionales que han administrado a su antojo y en
su propio beneficio, CORRUPCION MEDIANTE, los destinos de todas nuestras
naciones, también sin excepción. Celebro que hoy tengamos mejores vías de
comunicación que nunca; celebro que tengamos mejores (no perfectos) sistemas de
educación y de salud; celebro que se estén construyendo e implementado
instituciones educativas que nos permitirán un mejor futuro, las cuales ME
NIEGO A DESVALORIZAR ANTES DE QUE EMPIECEN A FUNCIONAR; celebro que se estén
construyendo obras de infraestructura necesaria en lugar de obras de relumbrón
para el aplauso a los demagogos; celebro que tengamos voz independiente en los
foros internacionales y no seamos más el eco repetitivo de las instrucciones de
la Embajada de marras; celebro que tengamos un Presidente que afuera de las
fronteras es respetado y considerado y no catalogado como payaso o bufón (y no
me molesta que hable mal inglés porque no es un Fox ni un Sánchez de Lozada ni
es el Gobernador de Utah sino el mandatario del Ecuador y su lengua madre es el
español).
Por otra parte, ESTOY DE ACUERDO con el proceso que en estos momentos se
construye en América Latina. El subcontinente tiene los recursos naturales,
energéticos y humanos suficientes para sacudirse la coyunda de los EEUU y poner
un alto a la explotación y el abuso de ese Imperio y de sus empresas
multinacionales, que no ven ni quieren ver más allá del crecimiento económico
sin pausas, aunque la humanidad y el planeta sufran las consecuencias de su
codicia como si crecimiento fuera igual a desarrollo. Por ello, estoy
también consciente de que ese proceso necesita apoyo y continuidad, para lograr
nuestra independencia real y nuestra autonomía económica. Y esa continuidad no
se logrará jamás y el proceso se marchitará y morirá y volveremos a ser sumisos
mandaderos del Imperio, si regresan los antiguos gobernantes cómplices y
obsecuentes vasallos con la geopolitica de la Casa Blanca. Quienes deseen
porque les conviene, tener de nuevo a un gobernante represivo de verdad, o a un
entreguista y alcahuete de corruptos, o a un ignorante sumiso a la famosa
Embajada, o a un pillo sinvergüenza, que voten por ellos o por sus parecidos.
Yo deseo para Ecuador un futuro dentro del futuro de una América Latina libre y
verdaderamente independiente, que construya su mañana tratando, negociando y
teniendo relaciones con el Mundo entero, incluidos los EEUU, pero con absoluta autonomía
e independencia. Y no es que las trapacerías y genocidios cometidos por otros
países en el pasado remoto o actual no me importen. Pero el mundo ES ESE y no
se eligen los socios de negocios. SE ELIGEN LOS AMIGOS. Si alguien conoce una
potencia o un país desarrollado que jamás haya cometido un crimen de
imperialismo o de conquista, que me la muestre ya que son tan sabios en
Historia Antigua. Yo no sé de ninguna… ha de ser falta de cultura.
Así que por el futuro de América Latina y mientras las opciones electorales
que tenemos sean las que hay, elijo lo que el actual Presidente representa y,
en el caso de que no haya otro de iguales capacidades y propósitos que continúe
con su proyecto político continental, votaré por él aunque ya no tenga obligación
de hacerlo: creo en lo que representa y, principalmente, ME DA LA GANA. Ese es
mi CRITERIO y no lo consulto ni lo comparo ni le pido permiso a nadie para
tenerlo ni para expresarlo. Ustedes, todos ustedes lectores de estas frases,
tienen derecho al suyo y yo no lo respetaré porque se parezca al mío, sino porque
es el de ustedes. SEA EL QUE SEA.
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